viernes, 14 de noviembre de 2014

Para comprender el mundo


Acaba de publicarse mi nuevo libro titulado Para comprender el mundo, en la editorial Escolar y Mayo. Se trata de un ensayo filosófico que se ofrece para la reflexión y el debate. Comienza con las enseñanzas de la ciencia que permiten enmarcar la naturaleza humana. Y termina con unas propuestas sobre la política y las relaciones internacionales en el mundo actual.



Texto de la contraportada:

Para afrontar los retos globales del presente, necesitamos primero comprender el entorno donde se desarrolla la vida humana. Este breve ensayo considera, con ayuda de la ciencia, cuestiones filosóficas como de dónde venimos y quiénes somos. Sobre otra cuestión clásica, adónde vamos, un análisis de la evolución humana demuestra que el sentido de la existencia es seguir participando en la Creación. Debemos organizar la vida individual, las sociedades y la política para hacer una contribución positiva con ese propósito, que evite la destrucción.

Existen tres desfases que hacen difícil participar en la Creación: el desfase humano, donde los instintos luchan con la razón, el desfase político, en el que la democracia debe controlar los abusos, y el desfase global, puesto que los retos globales requieren medios adecuados más allá del estado tradicional. Todos esos problemas hacen que pueda preverse una ‘zona de peligro’ en el futuro, cuando tendrá que reforzarse la gobernanza mundial.

Capítulos:

1. Unidad del universo
2. Comprender la realidad
3. La fuerza de la Creación
4. Existencia divina
5. Límites humanos
6. Enseñanzas de la ciencia para la vida humana
7. El sentido de la existencia: participar en la Creación
8. Desfase humano: controlar los instintos
9. Desfase político: democracia y capitalismo
10. Desfase global: del estado a la gobernanza global

La conclusión final es que es importante comprender el mundo, pero es más importante todavía ayudar a mejorarlo.

viernes, 17 de octubre de 2014

El derecho a decidir no existe


Con el fin de contribuir al análisis y al debate sobre la independencia de Cataluña con argumentos, he escrito la tribuna El derecho a decidir no existe, que el diario El País ha publicado el 16 de octubre. El hecho de que muchos en Cataluña se hayan atribuido a si mismos ese supuesto derecho, en las condiciones que ellos mismos han decidido, no quiere decir que ese derecho exista. En Derecho Internacional, por ejemplo, el hecho de que un país piense con gran convencimiento que tiene derecho a un territorio vecino no le confiere ese derecho.

En este y en otros artículos anteriores (sobre el improbable reconocimiento internacional de Cataluña, y sobre cómo regenerar la idea de nacionalismo español en el siglo XXI) intento introducir la visión histórica y la perspectiva del Derecho Internacional en estas cuestiones. Muchas veces uno tiene la impresión de que las posiciones extremas independentistas manipulan esas dos venerables disciplinas simplemente para arrimar el ascua a su sardina. En lugar de hacer un estudio objetivo de lo que la historia y las relaciones internacionales contemporáneas pueden aportar al problema, hacen una lectura parcial e interesada. Esto da lugar a una base intelectual estrecha que es el origen de un "pensamiento único" y de un debate político lamentable. 

Sin duda, las demandas de independencia existen en Cataluña. La verdadera cuestión es cómo canalizarlas, si a través de la revolución, o a través del debate político serio y razonado en una España y en una Europa democráticas.