jueves, 15 de diciembre de 2016

Brexit, Gibraltar, cosoberanía: nunca digas nunca

El Ministro de Gibraltar, Fabian Picardo, se encuentra en una situación muy difícil. Desde el referéndum sobre Brexit está pidiendo una cosa y su contraria: quiere que Gibraltar siga siendo británico y también que sea parte de la Unión Europea, aunque el Reino Unido salga de la UE. Desde hace meses Picardo está haciendo campaña para conseguir lo imposible. Pidió un segundo referéndum para cambiar el resultado del 23 de junio. Reclamó un “soft Brexit” donde puedan negociarse excepciones. En una entrevista reciente, Picardo exige un “acuerdo diferenciado” para poder atender su caso. Incluso, entre sus últimos argumentos, defiende a los diez mil españoles que van cada día a trabajar a Gibraltar. ¿Será que busca votos en España?

La situación de Picardo es en realidad casi desesperada. Porque los resultados del referéndum sobre el Brexit demostraron que Gibraltar no tiene nada que ver con Reino Unido, y que está ligado inevitablemente a España. Los ciudadanos de Gibraltar votaron un 95 % a favor de permanecer en la Unión Europea, una proporción mucho más alta que la de cualquier región del Reino Unido. Una futura salida de la Unión Europea sería muy negativa para los gibraltareños, porque los situaría fuera del marco europeo, y porque España podría aplicar fuertes controles fronterizos y dejar a la roca en el aislamiento.

Tras el Brexit, el Gobierno español ha ofrecido una propuesta de negociación para llegar a una soberanía conjunta (joint sovereignty). Es una propuesta muy atractiva que permitiría a sus habitantes mantener la nacionalidad británica, además de la española, aprovechar todas las ventajas de la Unión Europea y guardar una gran autonomía. Por el momento es solo una idea para discutir con Reino Unido que impulsó el anterior Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y propuso el Embajador de España ante Naciones Unidas, Román Oyarzun, con ocasión del Comité de Descolonización el 4 de octubre pasado (texto completo, resumenpress summary in English). Se trata de una idea interesante, que el actual Gobierno de España podría desarrollar para intentar un nuevo acuerdo. Con esta propuesta podría ganarse la mente, el corazón, … y el bolsillo de los gibraltareños. Los llanitos deben comprender que el bolsillo no puede llenarse en contra de las normas comunitarias. Su elección ahora no es ser británicos o españoles (pueden ser los dos), sino entre ser corsarios o europeos.

La vía de la independencia para Gibraltar se encuentra cerrada desde hace tiempo, como demostró una vez más la resolución de Naciones Unidas, adoptada este año, que solicita a España y Reino Unido negociar la soberanía teniendo en cuenta el régimen de cosoberanía propuesto. Si comienza la negociación sobre Brexit, como ha asegurado la Primera Ministra británica Theresa May, el futuro de Gibraltar fuera de la Unión será muy incierto. Frente a estas perspectivas, Picardo ha declarado que Gibraltar “nunca será español”. Teniendo en cuenta los grandes cambios que hemos observado en las relaciones internacionales (así como su propia evolución), los asesores de Picardo deberían recomendar nunca decir nunca.

jueves, 1 de diciembre de 2016

El método Urkullu

Iñigo Urkullu, elegido Lehendakari del Gobierno Vasco, ha iniciado con buen pie la legislatura. Para poder gobernar el País Vasco ha realizado un pacto con el Partido Socialista de Euskadi, que tiene antecedentes históricos en los años 1990. Con este pacto de gobierno, se abre una etapa positiva, en la que pueden alcanzarse acuerdos con el Gobierno de España y, si hay el consenso suficiente, puede avanzarse hacia un pacto de Estado sobre las cuestiones territoriales.

Al comienzo de esta nueva etapa, Urkullu realizó una importante entrevista con Enric Juliana del diario La Vanguardia de Barcelona, en la que establecía sus propósitos y comentaba la situación en Cataluña. Esta entrevista tuvo mucho impacto en Barcelona. Urkullu hace una diferencia fundamental entre los procesos vasco y catalán. Frente al proceso catalán, que busca el enfrentamiento y la división, Urkullu dice: "aconsejo a los catalanes que eviten el frentismo". Sin renunciar a la idea de nación vasca, pide un acuerdo para conseguir ese fin: "hay que ir a un pacto con el Estado que reconozca la nación vasca y la catalana". Al mismo tiempo, afirma claramente que la secesión es una vía sin salida: "pensar en un Estado vasco independiente es hoy una quimera".

Tras haber vivido una experiencia de violencia y choque social, el País Vasco se encuentra ahora en una fase de reconciliación. En esta nueva etapa, Urkullu se ofrece para liderar un País Vasco más fuerte, pero de acuerdo con la Constitución de 1978, y a través del consenso con el Estado. Se rechaza así la idea de ruptura y se propicia la vía del entendimiento. Es un mensaje claro para los soberanistas catalanes, de alguien que sabe muy bien lo que dice. Urkullu apostilla: "la unilateralidad no es el camino, Europa no la aceptaría". Este mismo mensaje se reproduce más claro todavía en otra entrevista que Urkullu dio al diario El País publicada el 4 de diciembre de 2016: "en un mundo globalizado, la independencia es imposible".

Estos mensajes integradores son muy importantes en un mundo donde las fuerzas disgregadoras siguen teniendo mucha influencia. Tras el Brexit, es posible que el independentismo en Escocia, o también en Irlanda del Norte, vuelvan a reclamar la atención. Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, muchos en California han comenzado una campaña para una futura Calexit, un abandono de California de la Unión planeado para 2018.

Todos estos procesos son contrarios a las tendencias positivas de la historia. Las divisiones políticas que conducen a nuevos enfrentamientos, sean en España, en Europa o en América, son una regresión histórica y presentan riesgos ciertos de vuelta a situaciones lamentables del pasado. Por este motivo hay que aplaudir la iniciativa clarividente del PNV, encabezado por el Lehendakari Iñigo Urkullu y por su presidente Andoni Ortuzar. Los Estados plurales, democráticos y abiertos en el marco de la Unión Europea permiten una identidad política múltiple, diversas nacionalidades, y permiten también avanzar para resolver problemas de largo alcance entre todos. Por favor, miremos más al futuro y menos al pasado.